La isla de Lokrum es el lugar de excursión preferido por los habitantes de Dubrovnik, pero también de numerosos turistas. Desde el puerto del casco antiguo parten barcos de trayecto diario hasta la misma; en primavera y otoño en intervalos de una hora, y en verano de media hora, así que las condiciones para el acceso de esta fantástica isla son muy propicias. El trayecto dura únicamente 10 minutos. En el año 1959 fue fundado su jardín botánico, donde podrán observar particulares especies vegetales tropicales y subtropicales, además de otras especies procedentes de Australia y Sudamérica. Hoy en día Lokrum conforma una reserva natural de especial valor por su ámbito forestal. Solo la infinita imaginación de la naturaleza pudo situar esta isla infinitamente verde de belleza romántica y rica historia en frente de una ciudad única como Dubrovnik. Esta mágica unión de bosques de pinos, exóticas especies de vegetación subtropical del jardín botánico, sombríos senderos, preciosas calas y playas de piedra, vistas únicas a la ciudad de Dubrovnik por un lado y a las inmensidades del mar abierto por el otro, hace de Lokrum uno de los lugares de excursión más atractivos. Es una atracción especial, entre otras cosas debido a un pequeño lago único, llamado el “Mar Muerto”, que está unido con el mar a través de una cueva submarina y cuyas aguas son tranquilas y limpias, perfectas para el baño, por lo que se han convertido en el lugar de excursión preferido de muchos visitantes. La isla es un parque natural, con un rico patrimonio histórico y con una naturaleza casi virgen para el disfrute de los naturistas y restantes bañistas. En cuanto a los nudistas pueden elegir entre la playa nudista clásica o las solitarias rocas que ofrecen una preciosa vista del mar abierto.

            El  principal monumento de la isla es la fortaleza “Fort Royal”, de planta estrellada, que fue construida por los franceses en 1806 en el punto más alto de Lokrum (91 metros de altura), desde el cual se puede observar una preciosa vista de toda la isla y de la ciudad de Dubrovnik.

Los caminos y los senderos isleños les llevarán a través del jardín botánico, que presenta una interesante colección de eucaliptos, cactus y plantas de hojas suculentas, pasando al lado de los restos de una basílica, construida entre los siglos XII y XIII, hasta los del monasterio benedictino con su claustro ajardinado (siglos XV y XVI) y los del palacio construido por orden de Maximiliano de Habsburgo (siglo XIX), con sus parques y jardines.

Les cautivarán además los bosques de encinas y fresnos negros, así como los de pino carrasco, el olivar conservado de la época de dominio benedictino de la isla y el resto de los extensos parques y jardines.